domingo, 7 de julio de 2013

La paloma de Viñolo

Un artículo de José Ortega Sánchez.

Creo que te hará de pensar


Para mis compañeros Laborales y toda persona que quiera leerlo, Antonio Viñolo Moreno estuvo en la UNI del 1.957 al l.963.
Había nacido el 25 de Marzo de 1.945 en Churriana, provincia de Málaga.

Hace unos días he recibido una foto, se la había pedido al hermano de un compañero, al cual busqué por su nombre en la Web de la UNI, su nombre y dirección los llevaba grabados en mi memoria.
 


Su hermano me dijo que, había fallecido a temprana edad, fue un compañero que se hacía querer, moreno, malagueño, con ese “deje” particular de ellos porque cuando nos contaba chistes y anécdotas nos dejaba, digamos como extasiados, tenía una gracia especial, igual para los juegos de manos que practicaba con nosotros.

En éstas dos fotos, vistiendo aquel uniforme gris de granito con las bocamangas y cuello de elástico blanco y azul oscuro, foto de carnet y en estanque principal.


Es verdad que me dieron dos números de teléfono con el apellido del que andaba buscando, a la primera nada, ni remota idea, a la segunda un número de Sevilla y hete aquí que me dicen: “Me he emocionado escuchar el nombre de mi hermano al cabo de tantos años ya que murió muy joven, estaba en el servicio militar, una tarde iban cinco compañeros marinos con unos días de descanso desde Cádiz hacia Málaga, el día 25 de Mayo de 1.968, “Día Nacional sin Accidentes” y mira por donde fue el único accidente registrado en España en el cual hubo fallecidos y tuvo que tocarles a ellos.

En Vejer de la Frontera, -siguió contándome-, en la denominada “Curva de la Muela”, (Curva de la Muerte) con el peralte cambiado, en escena un camión, el coche en que viajaban se había parado y bajaron para ver cosa que el chofer del camión no los ve y allí se trunco la vida de cinco marineros, allí se les paró la vida, ilusiones, chistes y anécdotas, al tiempo, muy poco, cambiaron la curva, pudieron haberla cambiado antes ya que era fatídica, ¿Cuántos accidentes se hubiesen evitado?.


Me quedé anonadado, suspenso, mecachis yo no lo había buscado con especial atención y me llevé esa gran sorpresa, que pena.


Mi recordado compañero malagueño era un gran chapista, sus manos trabajaban muy bien la chapa que el Sr. Mario y Ramírez, nuestros profesores en los talleres Siderometalúrgicos.
Foto tomada a espaldas de las pista de atletismo, habría algún evento y estos dos chavales vieron pasar al fotógrafo por la carretera que la circundaba y le pidieron ésta instantánea.


Por necesidad perentoria hubo de dejar los estudios y salir de la UN antes de acabar, he hablado de él con varios que lo conocimos y todos dicen lo mismo, gran persona, compañero, afable.


Viñolo, que tengas un descanso merecido, tu estancia aquí fue muy corta, Jesús te quería su lado y por eso organizó la parada del vehículo.
Antonio Viñolo Moreno, vivía en la calle Rodahuevos, número 17, en Churriana, Málaga.

Recibí un correo en el que se veía al Papa Francisco con una paloma blanca en su mano, lo reenvié a mis conocidos con una suspicacia por mi parte referente a la paloma que podría estar “amaestrada” para tal ocasión, a los días recibo otro correo de Manuel, hermano de mi compañero laboral Antonio Viñolo (he puesto esa semblanza de arriba), me escribe referente al suceso de la paloma, acabando el escrito, me dice: 



¿Creo que te hará de pensar?
Creo merece especial atención por su ¿mensaje?, deja que pensar tanto a los creyentes como a los no creyentes, incluso un cosquilleo recorrerá las venas del que lo lea.
Al menos es la sensación que recorrió mi cuerpo.
Un abrazo desde Córdoba, Ortega


Contestación de Manuel, hermano de mi compañero.
 

“Ortega te voy a contar lo que nos pasó a mi padre y a mí cuando enterramos a mi hermano, estábamos en mi terraza con personas que vinieron a darnos el pésame, y una paloma blanca estuvo dando vueltas por encima de nosotros, hasta que se posó en mi padre, después pasó a mi mano, la estuve acariciando, al momento salió volando hacia arriba y desapareció, en mi terraza jamás hubo palomos, esto nos dejó fríos a todos los que estábamos en esos momentos. ¿Creo que te hará de pensar?”

Un abrazo de Manuel Viñolo